Hábitos 0-2
El ser humano es la única especie
humana que requiere, al nacer y durante los primeros años de vida, de otro para
sobrevivir. Es por ello que a los bebés se les han de dar mil y una atenciones,
cubrirles todas las necesidades básicas, lo que los convierte, al nacer, en
completamente dependientes del adulto. Hay que implantar todos los hábitos,
imponer todas las rutinas, pero ¿Para siempre? ¿Cuándo mi hijo podrá empezar ha
hacer las cosas por si solo? ¿Cómo puedo ayudarlo? ¿En edades tan tempranas
podemos empezar a plantearnos estos temas? ¿Me estoy precipitando al querer que
haga las cosas por si solo? o ¿lo estoy mimando demasiado? ¿Por donde empiezo?
Esperamos que esta entrada os de
algo de luz sobre este asunto, ¡que la disfrutéis!
Cualquier niño, pero
especialmente los bebés, son muy sensibles a los cambios en su vida cotidiana y
les gusta, disfrutan y necesitan, de un horario estable, que nos permitirá, a
medida que vayan creciendo, poder también implantar unas normas y limites
claros.
¿Por qué es importante que
nuestro bebe tenga un horario claro? Porque así el pequeño podrá estar seguro
en su nuevo ambiente, ir integrando las cosas que pasan a su alrededor,
entender quienes son las personas importantes porque siempre están presentes y
poder empezar, poco a poco, a anticipar las cosas, sabiendo que va después de
cada actividad.
¿Cómo poder implantar un horario
claro? Esto será mas complejo para los padres que para los bebés. Los bebés
asumen con mucha facilidad un horario claro y disfrutan de las situaciones
regladas y pautadas. La idea básica es implantar ese horario de forma estable y
dar a cada una de las situaciones de cuidado del bebé el tiempo necesario para
poder hacerlas con tranquilidad y disfrutando todos de este tiempo en el que
nos relacionamos con los niños.
La idea de que al nacer los niños
solo comen, duermen y hacen caca, esta muy extendida, y ciertamente, los bebés
al poco de nacer pasan la mayor parte de su tiempo haciendo estas actividades
por lo que le dedicareis mucho tiempo a ellas, pero ¿Qué hay del “tiempo” de
juego? ¿Y enseñarle a ser autónomo?, estas actividades también son importantes
y hay que dedicarles un rato cada día.
Poder organizar todas estas
actividades os ayudara a estar más tranquilos y transmitir esa tranquilidad a
vuestros hijos. Somos las personas adultas las que estamos al cuidado de los
niños los que tenemos que adaptarnos a sus ritmos.
Hábitos alimenticios, de sueño e higiene:
Los ritmos de sueño y
alimentación se suelen dar en ciclos cortos de 3 horas aproximadamente. El bebé se despierta cada 3 horas para comer y luego vuelve a dormirse.
Desde que nace hasta los 6 meses
este suele ser el ritmo de los bebés por lo que tendremos que organizar el
resto de actividades entorno a ellos. Los bebés suelen dormir una media de
entre 16 y 20 horas diarias. Son capaces de dormir muchas horas seguidas. Y entre todas esas horas habrá que cambiarlo
de pañales. ¿Cuándo? Cada vez que se ensucie y se queje. Si el bebé esta
dormido y no se queja no es necesario despertarlo expresamente para cambiarlo
de pañal, no es necesario romperle el ciclo de sueño, lo haremos cuando se
despierte o cuando se queje. Para cambiar los pañales hemos de tomarnos un
tiempo y acompañarlo con caricias y mimos. A partir de los 6 meses el sueño
profundo no se da durante tantas horas, pasan más tiempo despiertos y duermen una media de unas 14 horas diarias
de las cuales 10 son por la noche, con dos siestas a media mañana y la del mediodía
que suele ser de 2-3 horas de media.
Desde el primer día es
recomendable ayudar a los niños a diferenciar el día de la noche, los periodos
de comer con los de jugar o dormir. Para ello es importante que durante el día
el pequeño este en ambientes con luz y con ruidos ambientales y por la noche en
ambientes oscuros sin ruidos y tranquilos. Ayudarlo a diferenciar entre
ambientes de comer y de jugar le ayudara también a empezar a modular y predecir
qué actividades tocaran, y actuar en consecuencia. Darle de comer en la “trona”
en la cocina, colocarle siempre el babero y que la persona que le de de comer
sea prioritariamente la misma, cantando una canción siempre al iniciar esta
rutina le ayudara a integrarla mejor. Lo mismo pasa con el cambio de pañales,
intentar hacerlo en el mismo sitio (siempre que sea posible) y con un elemento
como una canción o unas caricias que lo hagan un momento divertido ayudara al
pequeño en su desarrollo.
La hora del baño es otra de las
actividades que hay que incluir en el horario. Este puede ser uno de los
mejores momentos del día y se tiene que aprovechar para establecer un buen vínculo
con el niño. Un momento de contacto físico, con caricias, donde escuchar la voz
de la madre, del padre o de cualquier otra persona significativa para el bebe.
Es un momento que a los bebés relaja y ayuda a que entren en el sueño. Aunque
como en todo, puede haber algún bebé que no disfrute tanto de este momento.
Hábitos de autonomía:
Desde los 8 meses ya pueden
ayudar cuando se les viste.
Desde los 12-14 meses ya puede
empezar a comer con la cuchara, se lleva un vaso de agua solo a la boca, ayuda
a recoger juguetes, empiezan a imitar las tareas de casa y las acciones de sus
figuras de referencia.
Vuestro hijo pasa de ser una
persona totalmente dependiente a empezar a adquirir parcelas de autonomía,
pequeñas cosas que puede empezar a hacer solo y que tenemos que promover,
ayudándolo y dándole soporte pero también permitiendo que pruebe, que se
equivoque y que vuelva a empezar y a intentarlo.
Rato Lúdico:
También hemos de incluir en este
horario un rato de juego lúdico y de exploración del ambiente, juegos simples
en compañía de la madre o padre, presentándole al pequeño canciones, objetos simples y
actividades. De los 0 a los 6 meses, aunque parezca que no se puede jugar con
los bebés se les puede empezar a estimular con caricias y moviendo muy cerca de
su cara objetos de un lado para otros para que los sigan con la mirada. Es
probable que durante los 4 primeros meses muestren más interés por las caras de
personas que por objetos, pero poco a poco sentirán interés por los objetos. Así
mismo a partir de los 4 meses ya sonríe
y espera que le sonrían, se pueden esconder objetos y ver como se maravillan al
reencontrarlos, ayudarlo a dar palmitas así como darle oportunidades para que
explore. A partir de los 6 meses se puede
jugar a enseñarle el esquema corporal, ratitos frente al espejo para que se
mire las manos, la nariz, la boca, y así ayudar a que explore su propio cuerpo.
Darles un papel y que empiecen a hacer garabatos así como leerles cuentos y que
puedan manipular con diferentes texturas, pasándolas de un reticente a otro,
son actividades lúdicas que podéis hacer con los peques a partir de que edad,
sin prisas entendiendo que cada niño tiene sus propios ritmos y sus propios
intereses. A partir de los 12 meses los juegos de los que disfrutan son muchos más
y mas variados, ¡tendréis la sensación de que ya podéis hacer muchas mas cosas
con vuestros bebés! Cantar, bailar,
hablarle, leer con el, enseñarle fotos de la familia (18meses), que
pueda seguir ordenes sencillas, ayudar en pequeñas tareas (tráeme esto, ayudar
a recoger…etc.).
Ya tenemos claro la necesidad de
una rutina y un horario estables. ¿Y el
chupete?, ¿y dormir con los bebés en la misma habitación?, ¿y cogerlos en
brazos?
El chupete puede ayudar al niño a
que calme el llanto, porque así se satisface su necesidad instintiva de chupar.
No obstante, si es un niño que toma el pecho es recomendable que no se le de el
chupete durante los primeros meses porque sino se puede confundir con el pezón
de la madre.
Es importante que tengáis en
cuenta que un uso prolongado del chupete o de utilizar los dedos (hacer la
pipa) puede provocar deformaciones en el paladar, en los dedos, lenguas
hipotónicas (es decir con menos movilidad menos
tono muscular/fuerza/agilidad) y que todo eso puede repercutir en la
alimentación y en el desarrollo del lenguaje por lo que una retirada a tiempo
es la mejor de las victorias.
Dormir en la misma habitación que
los padres es habitual cuando los pequeños son bebés, pero hemos de tener en
mente que es importante que integre su habitación como un espacio propio y por
lo tanto deberá dormir en ella cuando lo veáis preparado.
Mecer a los bebés es muy
habitual, es una actividad tranquila y que les relaja, el contacto físico con
la madre es muy positivo y necesario. No obstante, tenéis que tener en cuenta
que estas actividades se pueden hacer en ratos de ocio o momentos de mimos pero
que en el momento que empiezan a sostenerse solos (9 meses) y dar los primeros
pasos (12-14 meses) hay que dejar que los niños exploren y ejerciten sus
habilidades.
Bibliografía:
Créixer amb tu. Els infants de 0
a 18 meses. Una petita guía per a pares i mares. Generalitat de Catalunya.
Taula llevant.
Silvia Pastor Lopez
Psicologa
Col.17944
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