viernes, 13 de abril de 2012

Pautas para el desarrollo de bebes de 0 a 2 años


Como fin de ciclo a nuestras entradas sobre como los niños se desarrollan en las diferentes áreas (estando todas ellas conectadas, pues a los niños no se les puede entender sino es desde la globalidad) a continuación os hacemos llegar algunas ideas para que sigáis estimulando a vuestros bebés y proporcionándoles un ambiente rico para que puedan desarrollar todas sus capacidades.
¡Que disfrutéis de esta entrada!

Desarrollo cognitivo: 

A lo largo de este periodo es muy importante que los padres respondáis a cualquiera de las señales que vuestro bebé os transmita.
Es importante favorecer el contacto físico con el bebé, ya que favorecerá la relación afectiva con su hijo y además el bebé le transmitirá los primeros intentos de comunicación a través del llanto, la sonrisa, expresiones faciales, la mirada… gracias a las cuales vuestro hijo os comunicará sus necesidades.
Es necesario estimular la comunicación hablándole, cogiéndole en brazos, dándole de comer, y proporcionarle el afecto que necesita.
Es bueno aprovechar de los momentos del cuidado del niño como es la hora del baño, de la comida, momentos del juego, para establecer una buena relación y disfrutar con vuestro hijo. Por ejemplo darle el pecho o el biberón no solo se convierte en una situación de nutrición si no en un momento de comunicación e interacción con su hijo. Será importante el contacto con la mirada, hablarle, estimularle a través del tacto (con caricias, masajes). El acto de dar de mamar es el primer aprendizaje de los turnos de comunicación.
A partir de los tres meses, es bueno proporcionarle diversos tipos de objetos variados para explorar. Es Importante ofrecerle gran número de estímulos de la casa, auditivos (aun prefiere la voz humana al ruido de los objetos), visuales. Su interés por experimentar con cosas nuevas aumentará a medida que crezca y será óptimo para su crecimiento que pueda experimentar con gran variedad de estímulos en su hogar.
Realizar juegos que le ayuden a ir integrando los diferentes estímulos y desarrollar nuevas capacidades. En este sentido los juegos de esconder objetos o escondernos nosotros mismos tras un pañuelo para aparecer (conocido como el juego de “tat” y que el pequeño busque y encuentre potencia la capacidad de atención y memoria, así como la permanencia del objeto (los objetos existen aunque no los veamos, mi mamá está ahí aunque yo no la vea). Así pues podéis empezar escondiéndoos vosotros tras sus pies en el cambiador o tras un fino pañuelo y después pasar al objeto con juegos muy sencillos como esconder cosas debajo de paños y que los busque e ir complicándolo poco a poco. Por ejemplo, colocar tres paños y que solo debajo de uno de ellos este un objeto que haga ruido, el pequeño tiene que detectar la música y saber de donde proviene. 
Los juegos de observación también permiten que el pequeño capte la atención y la mantenga, mirando cosas que le motiven. Cualquier cosa que llame su atención, ponérsela a su alcance y que lo manipule.
Juegos frente el espejo. Colocar a los bebés frente al espejo, que se vean, que se reconozcan y que vean y reconozcan a los demás, explorando su cuerpo y aprendiendo también el esquema corporal con juegos de mirar y señalar.
Juegos de imitación. Enseñar a los bebés pequeños actos de imitar, al principio muy simples (mover la cabeza, sacar la lengua, hacer los “5 lobitos”, palmitas…etc.) y cada vez mas elaborados
Juegos de encajar y puzles. Pasada la barrera de los 12 meses los encajes y los puzles les ayudan a desarrollar la habilidad de emparejar, buscar la forma adecuada, reconocer formas, completarlas, la atención…etc.
En definitiva, se tratan de actividades planteadas siempre como juegos y en compañía de un adulto que dirige y supervisa, complicándose cada vez más.

Desarrollo del habla

Para desarrollar lenguaje un requisito básico es querer comunicarnos, tener de otro con el que compartir, por ello desde el nacimiento hay que hablar a los pequeños, directamente a ellos, a la cara y modulando la voz, haciendo cambios de tono y de volumen. Reaccionar a cada sonido que emita el pequeño, crear espacios donde interacciona e incitándolo a repetir. Durante el primer año hacer ejercicios con la lengua y con el aire (soplar velas, mover la lengua, empezar con los sólidos blandos) ayudara a que la musculatura se haga mas fuerte.
Es importante que cada vez que hablamos a nuestro bebé le demos un tiempo de respuesta, aunque solo responda con un sonido, estamos enseñándole los turnos de conversación, primero habla uno y luego el otro contesta.
Desde bien pequeños gozan de escuchar canciones, especialmente si les cantamos mirándoles a la cara y haciendo gestos. Es probable que nos pidan las canciones que prefieren mediante los gestos que acostumbramos a hacer en estas.
Es bueno que expliquemos al bebé lo que vamos a hacer siempre anticipándoles lo que vendrá. Aunque ellos no tengan todavía la capacidad de expresión del lenguaje, son capaces de entender lo que les explicamos. Con este ejercicio, que puede llegar a convertirse en una rutina, conseguimos que el vocabulario de los niños sea más amplio. Puede ser tan sencillo como por ejemplo explicarle que partes del cuerpo le vamos limpiando cuando está en la bañera y poco a poco ira aprendiendo cuáles son sus partes del cuerpo.

Desarrollo motor

A partir de los 9 meses el niño amplía sus posibilidades de movimiento y desplazamiento, por lo que necesitará espacios más amplios que no limiten sus posibilidades de exploración y de movimiento. Tendréis que proporcionarle seguridad, delimitando la zona donde pueda moverse, retirando los objetos peligrosos, esquinas, aparatos eléctricos, enchufes.
A partir de los 3 meses debemos ir poniendo durante algunos minutos, siempre antes de las comidas, al bebé boca abajo con una toalla enrollada o el cojín de lactancia bajo sus axilas, de esta manera ayudamos al bebé a ejercer poco a poco su control cefálico, cada día aguantará un poquito más, y permitimos que vaya abriendo las manos que posteriormente le permitirán explorar objetos y ayudarse en el gateo.
Durante los primeros dos años el principal hito de los niños es adquirir la marcha autónoma y perfeccionar la coordinación mano ojo, aprendiendo ha hacer cada vez movimientos mas precisos de las manos.
Por ello durante el primer año hay que darle un ambiente rico para poder desplazarse. Pero para ello antes tendrá que adquirir control cefálico, aprender a voltearse solo, a ponerse de cuatro patas y a levantarse con apoyo y sin apoyo.
Durante los primeros meses boca arriba podéis facilitar objetos a lado y lado del bebé para que tenga que voltearse para cogerlos, objetos con música y que sean atractivos, al tiempo que le ayudáis a voltearse presionando levemente la cadera.
Boca abajo podéis ayudar a que el pequeño adquiera el control de la cabeza colocando un objeto que le interese delante y ayudándole apoyando una de sus manos o brazo como punto de apoyo.
Para estimular el desplazamiento autónomo, ya sea gateando o reptando es muy útil poner algún juguete atractivo para el niño cerca de él pero fuera de su alcance. De esta manera propiciaos que tenga motivación para querer llegar hasta el objeto.
Para ayudarlo a fortalecer la musculatura de las piernas y el gateo podemos colocar al bebé de cuatro patas y ayudándolo poner objetos que le atraigan delante.
Para estimular que apoye sentado, se puede ayudar con cojines que lo sostengan y que se van retirando.
Hacia los 9-10 meses empiezan los juego de tirar objetos, el bebé disfruta de lanzar objetos fuera de su alcance para que el adulto lo recoja y se lo devuelva para poderlo volver a lanzar. Puede resultar un juego agotador pero muy interesante en lo que se refiere a la interacción y la comunicación.
Y para estimular la marcha autónoma primero hay que proporcionarle un entorno en el que deambular a gatas para poder buscar elementos de soporte para posteriormente poder ponerse en pie.
A medida que el niño va adquiriendo habilidades se le ha de ayudar a participar en las actividades cotidianas del hogar, dándole tareas a hacer como ordenar y recoger juguetes, ayudar a llevar algún objeto, comenzar a comer solos… son situaciones que le resultan muy atractivas además de aprender normas y comportamientos sociales.


Sociabilización

Somos seres sociales, por lo que los bebés han de aprender a estar con otras personas desde su nacimiento. Durante los dos primeros años darle un entorno de figuras de referencia estable le ayudara a sentirse a gusto y apegarse, creando vínculos. También es la edad en la que se han de introducir niños por lo que ir al parque es básico.
Actividades en exclusividad con el niño, hablarle, miraos juntos en un espejo, sonreír, ser muy gestuales y expresivos, dejarle que explore a los adultos (los toque, los palpe) son actividades que podéis hacer con vuestros bebés.
Será bueno que las figuras de referencia para él le digan y corrijan cuando realiza comportamientos o actitudes que no son las adecuadas, como podrían ser gritar en el médico, dar pataletas en el supermercado.
A partir de los 2 años es un buen momento para introducir, poco a poco, los modales, cuando decimos por ejemplo ‘por favor’, ‘gracias’, etc.

Alimentación

Ayudar a que le niño interiorice buenas actitudes para con la comida es importante.
Para ello es vital que una comida como mínimo se conciba como una actividad en familia.
Durante los dos primeros años hay que promover en los pequeños pequeñas ejercicios para pasar de blandos a sólidos, que experimente con la comida, mantener unos horarios claros y coherentes, realizar un ritual de comida que sea siempre el mismo…etc. Recordar que el momento de la comida ha de ser un momento placentero y de comunicación con el resto de integrantes de la familia.
A partir de los 2 años los padres deben hacer el esfuerzo de intentar hacer una de las comidas con sus hijos, debemos entender que a ellos ya no les gusta comer solos, prefieren hacerlo juntamente con el resto de la familia.
Sabemos que hay niños en los que el momento de la comida no es precisamente un disfrute, son los niños a los que no les gusta comer y si lo hacen, comen poca cantidad. No desesperéis, un buen consejo es que grabéis una comida cuotidiana, al mirarla y poder observar la situación posteriormente, nos daremos cuenta de que conductas hace que nos pongamos nerviosos e intentemos cambiar nuestra manera de actuar, ya que en muchas ocasiones los adultos, sin darnos cuenta, caemos en la provocación de los pequeños.

Hábitos

Durante los dos primeros años depende del adultos para todo pero puede empezar a ayudar a:
Ponerse la ropa: empezaremos con incitarle a que se quite gorro, zapatos, chaquetas por si solo y pasaremos a actividades mas difíciles conforme vaya creciendo.
En el baño, dejarle que ayude a jugar con el agua, a salpicar y a empezar a tirarse agua es el paso previo a empezar a ayudar a ducharse y adquirir buenos hábitos para con esta actividad.
Se pueden utilizar las rutinas diarias relacionadas con las necesidades básicas para interactuar con el niño y ayudar a que éste se implique, como es que aprenda a comer variado, a dormir solo
Evitar actitudes de sobreprotección o muy rígidas para garantizar un buen equilibrio entre la autonomía personal y la dependencia afectiva.
Para la adquisición de hábitos es una buena idea establecer una rutina de horarios que se altere solo de manera ocasional. Un buen ejemplo seria levantarnos siempre a la misma hora, respetar las horas de las comidas y las horas de siesta, rutinas en la hora de la cena, el baño y dormir. Tener un horario establecido permite a los niños anticipar lo que vendrá.

Bibliografía

El niño de 0 a 3 años. Guía de atención temprana de La Rioja.
Guías del Departamento de Benestar Social y Familia. Programa: Crèixer amb tú: els infants de 0 a 18 mesos. Vila, Ignasi. 2007. 2ª ed. Barcelona: Generalitat de Catalunya, Departament d'Acció Social i Ciutadania, Secretaria de Polítiques Familiars i Drets de Ciutadania, DL 2007.

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